DIRECTIVA 2014/95/UE

Resumen:

La Unión Europea ha impulsado la transparencia empresarial mediante normativas que exigen a las empresas divulgar información no financiera, además de los datos financieros tradicionales. La Directiva 2014/95/UE obliga a las grandes empresas a incluir un informe anual no financiero, abordando aspectos como el medio ambiente, los derechos humanos y la gobernanza. Esto responde a la creciente demanda de prácticas empresariales más sostenibles y responsables, mejorando la confianza de los stakeholders y contribuyendo a un mercado más transparente y eficiente.

En los últimos años, la divulgación de información empresarial ha sido un tema central en la regulación de los mercados europeos, especialmente en lo que respecta a la transparencia y la confianza que las empresas deben generar hacia sus stakeholders. En este contexto, la Unión Europea ha tomado medidas clave para armonizar las prácticas contables y mejorar la calidad y comparabilidad de la información empresarial, a fin de favorecer la toma de decisiones basada en datos claros y coherentes.

La Evolución de la Regulación Europea

Desde la década de 1970, la Unión Europea ha trabajado para establecer normas contables comunes que faciliten la comparación de la información financiera entre empresas. Esto se ha logrado mediante la publicación de Directivas, que son actos legislativos que obligan a los países miembros a cumplir con ciertos objetivos en sus normativas nacionales. Por ejemplo, en 1978 y 1983, el Consejo de la Comunidad Europea publicó la Cuarta y Séptima Directiva, que regularon las cuentas anuales y consolidadas de las sociedades. Sin embargo, estas directivas fueron derogados en 2013 por la Directiva 2013/34/UE, que se centra en los estados financieros y la información relacionada de determinados tipos de empresas.

Con el paso de los años, la Unión Europea ha continuado desarrollando nuevas directivas para adaptarse a las necesidades del mercado y fortalecer la transparencia en la divulgación de información. En este sentido, la Directiva 2014/95/UE, adoptada en 2014, marca un punto de inflexión importante al incluir la divulgación de información no financiera, como aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza, en los informes anuales de las grandes empresas.

La Directiva 2014/95/UE

La Directiva 2014/95/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, adoptada el 22 de octubre de 2014, modifica la Directiva 2013/34/UE con el objetivo de  mejorar la transparencia de la información empresarial y fomentar la sostenibilidad en las empresas, al exigir que aquellas con más de 500 empleados incluyan en su informe anual un "estado no financiero". En este informe se debe detallar aspectos clave como el modelo de negocio de la empresa, las políticas adoptadas en áreas como el medio ambiente y los derechos humanos, los riesgos asociados a sus operaciones y los resultados de estas políticas.

Además, la Directiva tiene como fin cubrir las necesidades de los diferentes grupos de interés (stakeholders), garantizando que los usuarios de la información tengan acceso a datos claros y coherentes sobre las actividades de la empresa. 

Los Estados miembros deberán asegurar que esta información sea verificada y podrán permitir la publicación de informes separados. Para facilitar la divulgación, la Comisión Europea elaborará directrices no vinculantes. La directiva fue transpuesta por los países de la Unión Europea en el año 2016 y entró en vigor a partir de 2017.

Informe no financiero

La introducción del informe no financiero ha respondido a la creciente demanda de información más allá de los números tradicionales de los estados financieros. Durante años, las empresas se han centrado principalmente en ofrecer datos financieros que reflejan su situación económica en un momento determinado, pero esto ha demostrado ser insuficiente para ofrecer una visión completa de su impacto y sostenibilidad. La Directiva 2014/95/UE reconoce esta necesidad y propone un enfoque más holístico que incluya, además de la información financiera, detalles sobre las prácticas empresariales en áreas cruciales como la sostenibilidad, la gobernanza y el respeto de los derechos humanos.

Contenido del estado no financiero:

  • Descripción del modelo de negocio de la empresa. ​

  • Descripción de las políticas aplicadas en relación con las cuestiones mencionadas, incluyendo procedimientos de diligencia debida. ​

  • Resultados de esas políticas. ​

  • Principales riesgos relacionados con esas cuestiones y cómo la empresa los gestiona. ​

  • Indicadores clave de resultados no financieros pertinentes para la actividad empresarial. ​

En casos excepcionales, se puede omitir información sobre acontecimientos inminentes o cuestiones en curso de negociación si su divulgación puede perjudicar gravemente la posición comercial de la empresa, siempre que no impida una comprensión fiel y equilibrada de la situación de la empresa. ​Además las empresas pueden ser eximidas de elaborar el estado no financiero si publican un informe separado con la misma información, ya sea junto con el informe de gestión o en su sitio web dentro de un plazo razonable. ​

En cuanto a la verificación los auditores legales o sociedades de auditoría deben comprobar que se ha facilitado el estado no financiero o el informe separado.

El Futuro de la Información Empresarial

La incorporación de la información no financiera en los informes empresariales representa un avance significativo hacia la mejora de la transparencia y la eficiencia del mercado. Sin embargo, aún existen retos en la implementación de estas normativas. La necesidad de estandarizar la forma en que se reporta esta información, garantizar su calidad y hacerla accesible para todos los grupos de interés son desafíos que las empresas y reguladores deberán seguir abordando.

A medida que más empresas se adapten a estos nuevos requisitos, se espera que la divulgación de información no financiera se convierta en una práctica común, contribuyendo a una mayor sostenibilidad y confianza en el ámbito empresarial. La integración de estos nuevos informes, junto con la constante evolución de las regulaciones europeas, marcará un paso importante hacia un futuro empresarial más transparente y responsable.